jueves, 7 de julio de 2011

Contratapa de "El trabajo"

A  principios de la década del  veinte, ciertos hechos podrían dificultar la vida de una mujer.  Ser madre soltera era uno de ellos y tener un espíritu revolucionario otro.
Bernarda trabajaba en el taller metalúrgico de sus padres donde la explotaban, con pésimas condiciones de trabajo y salarios. Dicho problema termino con un conflicto social generalizado que pasaría a la historia como la “semana trágica”. Se realizaron huelgas, organizadas y dirigidas por Bernarda en contra de sus antecesores pidiendo una jornada de ocho horas, salubridad laboral y aumento de salario, para todos los obreros que trabajan allí, e incluso para ella misma. Su relación con sus padres nunca fue muy buena por tener sus propios ideales, distintos a los de sus antepasados, y empeoró aún más con lo de su embarazo. Dicho taller metalúrgico se llamaba Pedro Vanesa e hijos, pero en sí, la única hija era ella y todo ese nombre era una farsa. Vanesa tenía buenas relaciones con el gobierno de Yrigoyen y logró que le enviaran policías y bomberos para reprimir. A Bernarda una muerte trágica la tocó de cerca, pero sus compañeros de trabajo no se dieron por vencidos, fueron quienes siguieron toda la semana dicha huelga y ahora reclamando vidas. 
Ningún autor dramático ha creado tantos personajes memorables. Con lenguaje claro y la inclusión de breves relatos, se revisan los argumentos más considerados hasta el momento en relación con construir el bienestar humano. La primera parte de este libro está dedicada a reflexionar sobre tantas muertes y la segunda a reflexionar que esto nunca más tiene que volver a suceder.

No hay comentarios:

Publicar un comentario